Los cables eléctricos molestan al albañil. Sobretodo cuando le dan una descarga y no hay toma de tierra conectada. Pobre hombre maza, eso si, parece que es más duro que una piedra porque sigue como si nada.
Albañiles hay de todos los colores, aunque no os lo creáis, algunos no piropean a las chicas cuando pasan cerca.
El yeso no espera. En ocasiones hay que correr porque tienes apenas unos segundos.
Nunca hay que fiarse de un tabique doblado (esto es, cuando hay dos tabiques juntos, dejando una cámara de aire entre ellos). Haces un agujero y de repente te das cuenta de que al otro lado está el cuarto de la limpieza del portal contiguo.
El arquitecto nunca viene cuando se le necesita, si acaso, se pasa cuando tiene algo que hacer cerca.
Los mirones no son bienvenidos, incluso cuando forman parte de la obra. Si miras, te cae algo en la cara (hormigón, yeso, etc...). Y escuece!
Nunca hay que fiarse de la ultima reforma que hizo alguien. Te puedes encontrar con que el váter está soportado por un par de baldosas únicamente. ¿Te imaginas estar cagando y caer de repente al desagüe?
Los ladrillos pueden estar torcidos. Aun no comprendo esto, pero bueno, si lo dice el hombre maza, es que será verdad.
La hormigonera se limpia con agua y unos trozos de ladrillo. Se podría comer dentro después de hacerlo.
El escombro es el peor enemigo de un albañil, siempre está en medio, así que mas vale sacarlo en cuanto se pueda.
Las ampollas son el pan nuestro de cada día. Y si, se puede tener una ampolla sobre otra.
Picar una pared puede dejarte con la mano tonta durante un par de días.
Reformar un local es caldo de cultivo para infinidad de gente, desde los que vienen a recoger el hierro/aluminio/cobre, hasta los que venden extintores.
Y hay muchas más, pero dado mis niveles de cansancio, no doy para más. Además, por si esto no fuera suficiente, el propietario de mi casa ha decidido reformarme la cocina, después de que hace unos meses le pidiera que me bajara el alquiler. Es un buen trato, porque la cocina era lo peor, así que a parte de estar todo el día "en la obra", la obra me sigue hasta casa y llevo cenando sandwitches de mortadela con aceitunas una semana (en realidad también los hago de jamón). En un par de semanas podré disfrutar de mi nueva cocina de diseño... lo peor es que el resto de la casa estará igual de cutre que siempre ;D
Queda demostrado que no sirvo como albañil. Veamos:
Me ha salpicado hormigón en un ojo.
Llenando un capazo de agua, en vez de cerrar la llave de paso, la he abierto a tope y me he mojado todos los pantalones. En la radio sonaba "Algo Pequeñito", lo que ha producido que el hombre maza haya aportado un "algo meadito... uououooo" muy gracioso.
Ni puta idea de mantener una barra recta mientras aguanto un nivel (aparato para saber si algo está perpendicular al suelo o a otro plano)
Mucho menos coger un puñado de yeso rápido y lanzarlo contra la barra para que quede sujeta. Perece mentira pero hay que tener bastante maña.
Manejar una hormigonera eléctrica es imposible. Pesa un cojón cuando está llena, si la inclinas mucho, se llena todo de hormigón menos el capazo donde debería caer.
Hacer hormigón no es para mi, medio saco de cemento y tres de arena es algo fácil, pero echarle el agua adecuada está fuera de mis posibilidades.
Me faltan fuerzas para subir el capazo al andamio. Y los sacos en general pesan medio huevo de los mios.
He estado a punto de echar yeso rápido en la hormigonera en vez de cemento... por lo visto tampoco se leer.
A pesar de todo esto, creo que estoy ayudando (espero). Me paso el día transportando ladrillos, sacos, herramientas, etc, pero al menos ya no tenemos tuberías que molesten, hemos puesto el premarco de una de las puertas y casi está terminada la pared grande del baño.
Me ha costado mucho. Desde que decidí que iba a montar un servicio técnico de informática, me ha costado encontrar el local adecuado, en un lugar donde no tuviera excesiva competencia, bien situado, donde pudiera hacer el espacio a mi gusto, darle el giro que necesita para diferenciarse de los demás, que no fuera excesivamente caro, que me permitiera hacer una previsión de gastos para sobrevivir al menos un año, negociar con una persona que te transmite cualquier cosa menos algo positivo, pelearme con el Ayuntamiento... Pero ya está en marcha.
Ya lo tengo, situado en un chaflán, justo en la intersección de las dos calles más transitadas del barrio (las usadas para entrar y salir de él), así que todo el mundo tiene que pasar por ahí y verme, aunque no quieran. Tengo competencia, pero después de ojearla estoy seguro que no va a ser difícil hacerme con el mercado. El precio bastante razonable, 700€, que sumando el IVA y descontando el IRPF, me quedará un poco por debajo. No demasiado grande, unos 70m2, pero más que suficiente para lo que yo necesito. Apenas a 5 minutos del centro de la ciudad. Y lo que es mejor, a 30 segundos andando desde mi casa. ¿Qué más quiero?
Cuando era pequeño, discutía mucho con mi hermana mayor. Al principio nos pegábamos, como todo el mundo supongo, hasta que se dio cuenta de que tenía más fuerza que ella y que perdía siempre. Fue entonces cuando ella empezó a ganar la batalla psicológica. Se dedicaba a sacarme de mis casillas hasta que yo, desquiciado, le pegaba... y me ganaba la señora bronca por parte de mi madre. Siempre ha sido más lista que yo, por mucho que mis padres se empeñaran una y otra vez en decirme que no. Eso se sabe. Uno sabe cuando ha ganado una batalla y cuando la ha perdido. Me costó mucho aprender que se gana mucho más con la cabeza que con los puños, porque aunque te hayan dado una paliza, el desquiciado siempre se queda con un sabor agrio en la boca.
El caso es que desde que descubrí mi capacidad para sacar a la gente de quicio pocas veces me he sentido derrotado y en muchas ocasiones he terminado con una sonrisa en los labios. Un caso muy típico es mi eterna discusión con Amaranta.
Me doy cuenta de que muchas veces nos hacemos a la idea de como es la persona que escribe tal o cual blog, pero casi siempre nos equivocamos. Y esto ocurre porque la forma de escribir refleja el pensamiento, pero no la apariencia. Así mucha gente me puede imaginar con pantalones de pinza, o con flores en la cabeza al estilo hippie. Nada más lejos de la realidad. Como en ocasiones me he definido, yo soy un pseudo-punk. Y muy a mi pesar, un pseudo-american-punk, porque los punks españoles son lo peor. En España el punk está asociado a la pobreza, al estrato más bajo de la población, que en un estallido de odio hacia los de arriba, se empezaron a hacer crestas y a volverse algo agresivos. En cambio, el punk en USA tiene su origen en la clase media, por eso las letras de sus canciones hablan de beber cerveza, drogarse y disfrutar, en cambio en España hablan de opresión, de obreros frente a patrones, etc...
Yo nunca he sido parte de la clase baja, mi familia es de clase media, así que me siento mucho más identificado con los punks americanos que con los españoles. Además musicalmente hablando les dan 20 patadas. Es un hecho, lo siento.
El caso es que la música que escuchamos dice mucho de nosotros, así que me he decidido a poneros algunas canciones de lo que suelo escuchar y así podréis definirme mucho mejor. Otro día hablaremos de la ropa, que también dice mucho de tu tribu urbana.
Hace una semana que dejé de fumar porros. Siempre he defendido (sin menospreciar las partes negativas) que se puede hacer un uso moderado del Cannabis sin que esto afecte a tu vida cotidiana. Y lo sigo haciendo. El problema es que mi vida cotidiana en el último año ha sido, principalmente, ociosa. Y ha sido así no porque yo haya querido, sino porque poner en práctica el negocio en el que me he embarcado me ha llevado muchísimo más tiempo del que habría imaginado (pero ya está en marcha la reforma del local que me ha costado un huevo y parte del otro conseguir).
Mi caso, para que a todos nos quede claro, es el de un gran fumador de Cannabis (principalmente hachís mezclado con tabaco) y para que quede claro, la última vez que pillé, fueron 100g, que es lo que suelen pillar los pequeños camellos para pasar a sus colegas en el típico parque de fumetas. Y para que quede más claro, me costo 180€ y me lo fumé en 3 meses. Uno de estos camelletes le habría sacado fácilmente 250€. Ole mis huevos.
Mujer salvaje: x dios q caló s: q da ya el pc madremia s: the hell .undermind: normal u: es una estufita s: estufaarrrlll!!!! u: jajaja u: pues no le hagas trabajar tanto!! s: jajaj u: cuanto mas trabaja, mas calienta u: oye cariño, cuanto de prepotente tengo, muchisimo o solo mucho? s: q va ahora no trabajaba nada staba marujeando x telefono con m s: q iban a ver perdidos ahora jajaja s: eiñ? y eso? u: na, tu contesta u: y no me endulces la respuesta s: depende con kien hables, conmigo na, cn tu hermana mucho u: y si llega un dia ke lo soy contigo? s: no t keda a ti muahajaja, pa chula yo
"No intentes doblar la cuchara. Eso es imposible. En vez de eso, sólo procura comprender la verdad. [...] Si lo haces, verás que no es la cuchara la que se dobla. Sino tú mismo."
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