Diario de una empresa: Cosas a recordar

Envuelto en papel higiénico y dejado en: , ,

Cosas a recordar en caso de reforma:

  • Los cables eléctricos molestan al albañil. Sobretodo cuando le dan una descarga y no hay toma de tierra conectada. Pobre hombre maza, eso si, parece que es más duro que una piedra porque sigue como si nada.
  • Albañiles hay de todos los colores, aunque no os lo creáis, algunos no piropean a las chicas cuando pasan cerca.
  • El yeso no espera. En ocasiones hay que correr porque tienes apenas unos segundos.
  • Nunca hay que fiarse de un tabique doblado (esto es, cuando hay dos tabiques juntos, dejando una cámara de aire entre ellos). Haces un agujero y de repente te das cuenta de que al otro lado está el cuarto de la limpieza del portal contiguo.
  • El arquitecto nunca viene cuando se le necesita, si acaso, se pasa cuando tiene algo que hacer cerca.
  • Los mirones no son bienvenidos, incluso cuando forman parte de la obra. Si miras, te cae algo en la cara (hormigón, yeso, etc...). Y escuece!
  • Nunca hay que fiarse de la ultima reforma que hizo alguien. Te puedes encontrar con que el váter está soportado por un par de baldosas únicamente. ¿Te imaginas estar cagando y caer de repente al desagüe?
  • Los ladrillos pueden estar torcidos. Aun no comprendo esto, pero bueno, si lo dice el hombre maza, es que será verdad.
  • La hormigonera se limpia con agua y unos trozos de ladrillo. Se podría comer dentro después de hacerlo.
  • El escombro es el peor enemigo de un albañil, siempre está en medio, así que mas vale sacarlo en cuanto se pueda.
  • Las ampollas son el pan nuestro de cada día. Y si, se puede tener una ampolla sobre otra.
  • Picar una pared puede dejarte con la mano tonta durante un par de días.
  • Reformar un local es caldo de cultivo para infinidad de gente, desde los que vienen a recoger el hierro/aluminio/cobre, hasta los que venden extintores.
Y hay muchas más, pero dado mis niveles de cansancio, no doy para más. Además, por si esto no fuera suficiente, el propietario de mi casa ha decidido reformarme la cocina, después de que hace unos meses le pidiera que me bajara el alquiler. Es un buen trato, porque la cocina era lo peor, así que a parte de estar todo el día "en la obra", la obra me sigue hasta casa y llevo cenando sandwitches de mortadela con aceitunas una semana (en realidad también los hago de jamón). En un par de semanas podré disfrutar de mi nueva cocina de diseño... lo peor es que el resto de la casa estará igual de cutre que siempre ;D

Comentarios (8)

Picar una pared te deja con la mano tonta...pero esa descarga de adrenalina viene de puta madre en algunas ocasiones!

Me gustan estos posts sobre la reforma! Hace poco que terminamos en casa (más de un mes de obras) y acabé hartísima, y eso que yo no participé (activamente, aunque moralmente daba todo mi apoyo jaja.)Pero ya verás cuando termines te sentirás en la gloria! :)

Ya lo dicen, zapaeros a tus zapatos. El único consuelo posible, es lo mono que te va a quedar tu cocina después, bueno y el negocio que vas a montar claro.

Las obras desesperan, nunca les ves el fin, y cuanto mas polvo quitas, mas polvo sale... aggggg

DANNYGIRL no te quito razón, pero llega un momento que ya no te queda adrenalina, pero si pared!!

R* me siento en la gloria cuando llego a casa y veo a otros hacer lo que yo hago en mi local, pero yo solo miro ;)

Sandra tengo unas ganas horribles de verla terminada (por fin voy a tener un hueco para el lavavajillas!!). Por ahora solo puedo decir que el suelo es muy bonito...

Saludos.

Por eso no hago obras en casa ni muerta.... y eso que me gustaria, pero pensar en todo eso me pone los pelos como escarpias.

Odio las obras. Hace un par de años hicimos reforma en uno de los baños de casa. Pleno verano, de vacaciones y a las 8 de la mañana ya estaban los tíos picando. Eran rumanos y cada vez que pasaba delante de ellos hablaban en su idioma, me miraban y se reían. Lo cual me sentaba de puto culo... Por no recordar las obras de la cocina, cuando mí madre cocinaba en la terraza con un camping gas...

En fin, paciencia, ¡que cuando terminan se está en la gloria!

El yeso no espera.
Gran frase...

Bueno paciencia... ya queda algo menos.. Me ha encantado lo del yeso, jajaj, a mí seguro que se me quedaría seco y no me daría tiempo. Por cierto, odio las obras, así que me compadezco de ti. Besos

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